De Maumere volvimos a Bali en avión,
para encontrarnos con Miguel y Anna en Sanur. Allí hemos pasado
muchos días disfrutando de las comodidades de la civilización y
mandando currículums, ya que hemos visto que al parecer no podemos
montarnos nuestro propio negocio. Tampoco vemos fácil que nos
contraten en algún sitio, pero estamos intentando agotar las
posibilidades antes de pasar a otra cosa, mariposa.
En Sanur, siguiendo el consejo de Hugo, íbamos a cenar al mercado nocturno, y en la carretera de circunvalación descubrimos un chiringuito que se llama Sederhana, donde hemos comido de maravilla. Por si alguien le interesa, nos alojamos en Lila Homestey, bueno, bonito y barato.También hemos alargado nuestro visado y visitado al dentista. Todo un lujo de ofertas, Sanur.
En Sanur, siguiendo el consejo de Hugo, íbamos a cenar al mercado nocturno, y en la carretera de circunvalación descubrimos un chiringuito que se llama Sederhana, donde hemos comido de maravilla. Por si alguien le interesa, nos alojamos en Lila Homestey, bueno, bonito y barato.También hemos alargado nuestro visado y visitado al dentista. Todo un lujo de ofertas, Sanur.
Un día alquilamos una moto y fuimos
a visitar el templo Tanah Lot, al oeste de la isla. Es muy bonito,
colocado entre acantilados, aunque a los monos del parque los vimos
robar 2 gafas y un pendiente en un momento. Menudos elementos esos
macacos.
Otro día fuimos a visitar la zona
de Ulu Watu, al sur-oeste de Bali, también de acantilados muy chulos
y playas para surfistas. Casi nos trasladamos allí, pues tenía muy
buena pinta, pero como nuestros pasaportes se retrasaban no pudo ser.
Este día nos pasó algo un poco desagradable. Donde alquilamos la
moto empezaron a hacernos preguntas, que si teníamos el carnet de
conducir internacional y en vista de que no lo teníamos nos dijeron
que si nos paraba la policía le diéramos dinero para evitarnos
problemas. También nos preguntaron por la dirección que íbamos a
tomar, y a los dos minutos de salir un par de motos de la poli nos
hicieron el alto. Estuvimos negociando el precio del soborno, fue
realmente asqueroso.
Estamos convencidos de que los que nos alquilaron la moto avisaron a la policía, muy feo. Aprendimos que si te piden el carnet internacional hay que decir que lo tienes en la habitación, y si te preguntan a dónde vas decir que vas a tomar otra dirección. A la vuelta de nuestro paseo nos pararon otro par de policias justo en la puerta de la comisaría, y allí mismo, delante de su superior, volvieron a pedir dinero. Uno de ellos iba hablando por el walki, hasta que le dijo al otro “que ya habíamos pagado” . Sólo tenéis que pagar (el soborno) una vez, dijeron.
Estamos convencidos de que los que nos alquilaron la moto avisaron a la policía, muy feo. Aprendimos que si te piden el carnet internacional hay que decir que lo tienes en la habitación, y si te preguntan a dónde vas decir que vas a tomar otra dirección. A la vuelta de nuestro paseo nos pararon otro par de policias justo en la puerta de la comisaría, y allí mismo, delante de su superior, volvieron a pedir dinero. Uno de ellos iba hablando por el walki, hasta que le dijo al otro “que ya habíamos pagado” . Sólo tenéis que pagar (el soborno) una vez, dijeron.
Entre tanto, Miguel y Anna se fueron
a las Kómodo y volvieron, y luego se fueron a Alor y ya no nos vimos
hasta que nos encontramos en Amed.
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