domingo, 2 de marzo de 2014

La brújula se ha vuelto loca



Me voy a Grecia unos días y Pedro se queda por aquí, aun no está claro si en Camboya o si irá a Kuala Lumpur.
Necesitamos un poco de espacio y de tiempo. No se si será por haber pasado tantos días a tiempo completo juntos, por una crisis de identidad, de edad o una crisis sin más. Tal vez sea que aprender a ser libre a los cuarenta es difícil, nadie nos dió ninguna indicación y salir sin brújula de la prisión social puede ser un camino complejo.
Los dos esperamos que se nos depejen las ideas y esta historia termine con un final feliz, siendo ambos felices, que al fin y al cabo es lo único que cuenta.

Un abrazo.

domingo, 23 de febrero de 2014

A CAMBOYA!!

Bueno, bueno.
Después del susto que nos dimos en Perth, más relajados en Kuala Lumpur, hemos decidido ir a Camboya. Aún no he perdido la esperanza de encontrar lo que estamos buscando, aunque no sepamos muy bien lo que es. De Camboya sólo conocemos Siem Riap, ciudad muy turística por tener cerca los templos de Ankor que ya visitamos hace cinco años, y que seguramente volveremos a visitar. En la anterior ocasión salimos huyendo de allí, pues nos encontramos en un lugar decadente, Simrrip y Gomorra lo llamábamos, y presuponiendo que el resto del país estaría igual nos marchamos a otra cosa. Pero todo cambia, y nos llega información de que ha cambiado mucho, para bien.  Tengo ganas de verlo con mis ojos, un lugar nuevo y una nueva aventura. ¡¡ Yujuuuuu!!

PD: Tenemos el vuelo el día 25 a las 7 de la mañana (24, doce de la noche hora española)

domingo, 16 de febrero de 2014

¡Uh! ¡Qué susto!



Siete días en Perth, nada más, cuatro de ellos esperando el día en que sale nuestro avión a Kuala Lumpur.
Menudo susto que nos hemos llevado, huíamos de occidente y nos hemos metido en el pozo más oscuro de donde mana el capitalismo. Hermanos de la Gran Bretaña y primos del tío Tom nos han dejado temblando, acurrucados en un callejón con los ojos como platos (licencia poética, se entiende). Bueno, supongo que nuestra situación económica no es lo suficientemente crítica como para decidir quedarnos.



 A pesar del cariñoso recibimiento de Ainara, no nos ha gustado lo que hemos visto. Perth es un asentamiento Británico de apenas doscientos años, cuyos aborígenes originales se han convertido en los desposeídos de futuro. Me da mucha pena verlos callejear como zombis, con las ropas zarrapastrosas y la mirada perdida, rodeados del glamur y la asepsia de esta ciudad. Es raro caminar por sus calles de breve pasado, ¡Es todo tan nuevo! ¡Hasta lo viejo parece nuevo! Tienen desierto de sobra para construir, así que, aparte del centro, el resto se extiende a lo ancho, todo el mundo vive en una casita. Bueno, eso mola, aunque así las distancias se vuelven infinitas. Total, que nos vamos. Pero no sabemos dónde.



Por cierto, antes de venir aquí pasamos el año nuevo chino en Penang, una isla de Malasia. Es bonito el barrio antiguo, a ver si cuelgo las fotos.

Un abrazo, seguiremos informando.

 

domingo, 26 de enero de 2014

CAMBIO DE PLANES

Después de pasar cinco meses en Indonesia hemos decidido seguir por otro camino. Nuestra idea de montarnos un chiringuito en la playa no ha resultado viable y tampoco hemos encontrado otras opciones que nos gustasen por aquí.
Nos vamos el día 30 a Kuala Lumpur y el 11 de febrero volamos a la ciudad de Perth, al suroeste de Autralia. Es una ciudad grande muy lejos de cualquier otra ciudad. Esperamos poder trabajar y ahorrar algo de dinero, así como mejorar nuestro pobre inglés.
Hemos aprendido algo de indonesio, hemos visitado nuevos lugares y algunos ya conocidos los hemos redescubierto, nos hemos encontrado con unos cuantos viejos amigos por aquí, lo cual ha sido muy gustoso, y también hemos hecho unos cuantos nuevos, algunos indonesios y otros no. Cinco meses dan para mucho, aunque nos los hemos tomado con calma. No estamos tristes por irnos, tampoco estamos contentos. Tenemos el nervio ese que se tiene antes de comenzar algo nuevo y desconocido, ese que es tan estimulante, con sabor a aventura, aunque la verdad, también nos da un poco de pereza volver a occidente.
Ya iremos contando cómo nos va.
Andando y viendo.

domingo, 19 de enero de 2014

APNEA


Entre entrenamientos y comidas, Miguel sacó ganas para darnos unas nociones de Apnea, así que nos metimos en la piscina de su hotel. Nos codeamos con la crem de la crem, y recibimos unas clases gratis (pero no le digais a nadie que eran gratis) de uno de los mejores apneistas del Mundo.

El primer día de piscina fue muy bien, Pedro hizo tres minutos y medio y yo tres minutos bajo el agua. Las sensaciones fueron buenas, pero me costaba controlar el pánico cuando el cuerpo me empezaba a pedir que respirara. El experto nos explicó que el cuerpo detecta el exceso de CO2 en sangre, y esa es la señal que activa los mecanismos de alerta,  pero que no es una señal real de falta de oxígeno. En realidad de cada inspiración normal utilizamos un pequeño porcentaje del oxigeno que entra en nuestros pulmones. Pero aun  y así, mientras yo me repetía “Cálmate, que en realidad no te falta oxigeno” me ponía nerviosa igual y me probocaba convulsiones de diafragma. Miguel me hizo algunos ejercicios de relajación bajo el agua que me ayudarón mucho, y fue gracias a ellos que hice un tiempo tan bueno en mi primera estática.

Pero el día que fuimos a probar apnea de profundidad, mi miedo salió victorioso.
Fuimos a una plataforma que se intaló en Tulambén para la la competición que se celebró allí este año, organizada por Apnea Bali. Fue en este centro donde, por deferencia a su amigo Miguel, nos prestaron todo el equipo que necesitábamos para nuestro bautizo. En el mar, despues de varios intentos, y a pesar de que el maestro se dedicaba a hacer el payaso debajo del agua para ver si me relajaba, sólo conseguí bajar a 10 metros. No conseguia dominar las emociones y comenzaba la ascensión antes de tiempo, y siempre me daba cuenta a mitad de camino de la superficie. “Otra vez te sobra aire” me decia a mi misma“Podías haber bajado más”. A pesar de esto, le estoy muy agradecida a Miguel Lozano por dedicarnos su tiempo y su paciencia, y por picarme el gusanillo del autocontrol. Creo que tendré que que hacer unas cuantas sesiones más de piscina antes de volver a Bajar.

Cuando nosotros terminamos él comenzó su entrenamiento. Sus ejercicios consistieron en lo siguiente: Coger aire, bajar diez metros, soltar todo el aire, bajar entre cincuenta y sesenta metros, subir y quedarse tan pancho. Nos explicó que era para simular las reacciones corporales que se tienen cuando se baja a más de cien metros. Como podreis imaginar todo esto me pareció surralista después de mis dificultades para bajar diez metros. En fin. Si a alguien le interesa, Miguel da cursos de Apnea. La programación para los próximos meses es esta. Si quieres saber más puedes visitar su página aquí.

Y ahora una reflexión personal. En español, a la inmersión sin tanque de aire se le llama apnea. Yo conocía la apnea del sueño, enfermedad que se caracteriza porque dejas de respirar mientras duermes, lo que acarrea muchos problemas a quien lo padece, así que creo que tiene una connotación un poco fea. En inglés tiene un nombre mucho más bonito y evocador: buceo libre. Aunque la palabra Apnea tiene una musicalidad especial creo que me sentiria mejor haciendo buceo libre que apnea.

Gracias Palo.

AMEDOS



Cuando llegamos de Lovina fuimos directamente a la Homestay de Kadek. No había nadie, así que nos agenciamos la habitación que nos vino en gana. Nos decidimos por la que tenian Nati y Dayla, con su neverita y modem incluido, despues fuimos a buscar a Miguel y Anna. Preguntamos en el Warun  de al lado, Amed Resto, y muy amablemente nos acercaron en moto a su hotel (Warun = Restaurante). Celebramos con alborozo y alegria mutua el reencuentro, nos fuimos a comer y escuchamos embelesados sus aventuras por Alor.
Los siguientes quince días pasaron mayormente con la siguiente rutina:
Por la mañana Miguel a entrenar, Anna piscina y libro y Pedro y yo a nadar o a hacer el vago directamente. Nos reuniamos para comer, por la tarde siestas, ordenador y/o libros. Nos reuniamos para cenar y a dormir.
Rompiendo la monotonía, Miguel se ofreció a iniciarnos en la apnea, teneis una explicación detallada de esta experiencia en el siguiente post.

Un día fuimos a la fábrica de chocolate y jabón de Amlapura por el camino largo de la costa. Tiene unas vistas de postal, te encuentras desde lo alto con una playa tras otra, con sus casitas de pescadores y sus barcas, enmarcadas con vejetación exuberante. Al llegar, la pareja hizo una nueva amiga muy cariñosa y aprobecharon la ocasión para comprar algunos regalos de navidad. A la vuelta nos calló la de Dios, os recuerdo que estamos en la estación de lluvias, aunque un poco de aventura siempre viene bien.

Nos gustó mucho pasar esos días con Anna y Miguel, y esceptuando la opinión que tenemos cada uno sobre los templos de Kahurajo, intimamos bastante y nos hicimos buenos amigos. A pesar de esto nos abandonaron por el jamoncito bueno y volvieron a casa por navidad. De camino al aeropuerto, nos hicieron el favor de dejar nuestros pasaportes en la oficina de Sanur para tramitar otra extensión del visado. ¡Qué solos nos quedamos!

Antes de marcharse de Vacaciones, Andy nos llevó a hacer un buceo nocturno. ¡ Por fin vi un pulpo! Fue una inmersión muy interesante, es todo tan diferente de noche. Ves a los peces dormir, un monton de macros y el placton luminoso. Nos gustó mucho. Por cierto, si alguien quiere venir a Bali a bucear en español podeis contactar con ellos aquí.

La navidad la pasamos acompañados el uno del otro y para nochevieja nos mudamos a una habitación con cocina. En el Warun Segara (donde nos hemos abonado, pues Sari e Ilo son fuera de serie) conocimos a una pareja de Canadienses que venian de pasar un par de años en Australia, trabajando y viajando. Pasamos la noche vieja con ellos y con la familia de Sari. Yo llevé una tortilla de patatas que les encantó a los indonesios, de modo que les enseñé a hacerla y ya la han puesto en su menú. A sus hijos les encanta, y han aprendido a decir TORTILLA PATATAS. Pedro Se emborrachó esa noche, y se puso muy gracioso, aunque al día siguiente no recordaba nada (o eso dice). La noche antes de que se fueran invitamos a los canadienses a cenar a nuestra casita. Me hizo mucha ilusión.

Ayer celebramos el cumpleaños de Pedro, acompañados de Roser, Andy y Hugo. Que alegría nos da cada vez que lo vemos. Ya ha terminado su trabajo en Komodo, y está esperando para hacer una prueba de Director de crucero (si, suena muy fuerte) en Raja Ampat. Y como tenía que pasar por Bali, pues aquí estamos todos juntitos.

Respecto a nuestro futuro... es incierto y cambiante. Hemos decidido salir de Indonesia y tenemos un  vuelo a Kuala Lumpur para el día 30 de Enero. El resto aún no lo hemos decidido, aunque lo más probable es que marchemos a Australia a trabajar y practicar ingés.  Os mantendremos informados.
Feliz resto de vida a todas y todos.


lunes, 30 de diciembre de 2013

Munduk y Lovina


Cuando ya nos aburrimos lo suficiente de Sanur como para decidirnos a prescindir
de sus comodidades, decidimos ir a las montañas centrales de Bali. Fuimos en bemo a la terminal de autobuses de Ubung, en Dempasar. Cuando llegamos tuvimos que esperar a que el minibus de la tarde se llenara, y así, la mar de tranquilos llegamos a Munduk. Es un pueblo entre brumosas montañas, muy pequeño. Nos alojamos con una abuela encantadora que tenia unas habitaciones muy limpias y con espectaculares vistas.
Entre chaparrón y chaparrón fuimos a dar un gran paseo hasta uno de los lagos volcánicos que hay cerca, el Danau Tamblingan. Fue una caminata de varias horas, la mayoría cuesta arriba, pero llegamos sin complicaciones gracias a las indicaciones de los sonrientes lugareños. Me volví loca fotografiando flores, también nos encontramos un templo rodeado de selva y niebla lo cual le daba un aire de misterio. La vista del lago fue preciosa, no se que tendrán esos lagos (su nombre técnico es “maar”) que me parecen mágicos. Será que son silenciosos, confinados en las paredes del crater, rodeados de selva y bruma. Cuando volvíamos a Munduk nos cayó la de Dios y nos vimos sumergidos en agua de lluvia, aunque siempre he pensado que mojarse con la lluvia, mientras no haga frío, no es grave ¿no?

En un par de días decidimos marchar al norte. Un transporte, con un conductor
avispado, nos llevó a Seririt, ya que no nos pusimos de acuerdo en el precio para llevarnos a Lovina. Cuando llegamos comentó con voz lastimera -¡Ooooh! No beeeemos. 100.000 rupias y os llevo a Lovina. - ¡Si que hay vemos! - Respondimos. Pero el señor no se paraba, alejándonos cada vez más de lo que claramente era una estación de transportes. Al final, después de que le gritáramos en indonesio que se parara lo dejamos atrás con cara de susto, y cogimos un bemo que nos llevó a nuestro destino por 20.000 rupias.
Al llegar a Lovina nos quedamos a cuadros. Pensábamos que era un destino tranquilo, y resultó ser más parecido a Kuta que a Amed. Como estamos en temporada baja, nos abordaban por la calle ofreciéndonos de todo, y así en menos de 15 minutos ya teníamos habitación y salida submarina. Las calles estaban medio desiertas, pero la cantidad de restaurantes, tiendas y hoteles nos dieron una idea de como será en temporada alta. 

El buceo no estuvo mal, en el noroeste de Bali, zona del Parque nacional, vimos
muchos corales y algunos peces. La parada para comer la hicimos en la isla Pulau Menjangan, llena de basura de las visitas, cosa que me sorprendió e indignó por igual. Es un parque nacional, y supongo que los turistas son occidentales con un mínimo de educación medioambiental, aunque quizá sea suponer demasiado. Vimos a un hermoso ciervo rebuscando entre las cajas de comida para llevar, fué un poco surrealista. En un par de día huimos de Lovina en dirección a Amed, destino donde ya habíamos pasado unos cuantos días con toda la pandilla al principio de nuestro viaje, y donde nos esperaban de nuevo Miguel y Anna.